5/7/2022
Generalmente en la vida
empresarial se dan cambios frecuentemente, sin embargo, con las nuevas
tecnologías, además de ser recurrentes, los cambios deben estar alineados a los
proyectos estratégicos.
Sin duda en mercadotecnia los
cambios son constantes, lo que ayer funcionó, mañana ya no, y entonces aparecen
otras metodologías más efectivas, más directas y con mayor velocidad de
penetración en diferentes nichos de mercado.
Generalmente en las empresas,
algunas personas tienen miedo a lo desconocido, al cambio de rutina, no les
gusta perder el control y los cambios, generan estrés, caos e incertidumbre.
Recuerdo aquella época, cuando
decidimos tener vehículos de transporte limpios tanto en el interior como en el
exterior, obviamente, mi referencia en ese entonces eran los vehículos de
Bimbo, el perfil de los operadores siempre bien vestidos, su carga ordenada y
con un buen mantenimiento.
Sí que costó trabajo establecer
una política que ayudara a adoptar nuevas prácticas donde el operador debía
cuidar su unidad de transporte.
Recuerdo que cuando requería
operar la unidad o subirme como acompañante, solo hacia corajes; pero, no tenía
la metodología, los objetivos claros y realistas, por lo tanto, me costaba
trabajo transmitir a los operadores, porque pensaba que solo con un aumento en
el salario, mágicamente cambiarían.
Sin duda, el ingrediente
principal es la motivación.
Para poder consolidar un cambio
se requiere modificar los hábitos actuales, y establecer medidas claras y
precisas que deben evaluarse constantemente; y la clave para crear un hábito es
la constancia y la perseverancia.
Sin duda crear un hábito supone
un esfuerzo, con una práctica rutinaria que conlleva a un plan de acción, con
un seguimiento constante.
En el mismo sentido que los
vehículos de transporte, así como cualquier herramienta de trabajo o maquinaria
requiere un servicio de mantenimiento, porque así evitas estar parchando,
remendando, ajustando con alambres y adaptaciones inmediatas.
El mantenimiento te lleva a un
orden, un hábito y la suma de estos componentes te lleva a una cultura de
trabajo.
El hombre
nunca sabe de lo que es capaz, hasta que lo intenta, Charles Dickens
|