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Dueños disfrutando su tiempo
14/9/2021
La semana pasada invité a jugar golf a un amigo que también es empresario, desde hace tres años y con éxito, después de haber trabajado, desde que salió de la universidad, como ingeniero en el mundo corporativo.
Mi amigo inició como supervisor de producción, se especializó en calidad y llegó a ser director general, esa etapa le llevó 30 años de trabajo como colaborador de una empresa internacional.
Ahora tiene tres años como empresario consultor y comparte su cúmulo de experiencia mediante asesorías o entrenamiento, con buenos resultados, a varias empresas.
El día que lo invité a jugar golf fue un miércoles, mitad de semana y día laboral. A mitad del hoyo 8, le pregunté: ¿Cómo te sientes? Me respondió: muy bien, me siento muy a gusto; solo que me remuerde la conciencia, ya que no estoy trabajando ahorita.
Respondí: Relájate. Te mereces este día, te mereces estar desconectado del trabajo. ¡Ya has trabajado 30 años!
Muchas veces el empresario no se siente merecedor de tomarse un tiempo, unas horas, un medio día, un día para él, incluso para hacer nada; Obviamente nada relacionado con el trabajo, no hacer nada también es válido.
Tan válido como tomarse un tiempo entre los días de la semana laboral para hacer cosas diferentes, como caminar en un parque, por el centro de la ciudad; aprender a tocar un instrumento musical; aprender otro idioma; aprender a cantar, entre otras actividades.
Simplemente hacer lo que te guste, hacer deporte o algún hobby.
A diferencia de las vacaciones o un día de asueto que están orientados a disfrutarlos con la familia, este tiempo es para dedicarlo a la persona en sí.
El tiempo no es limitativo para empresarios o profesionistas independientes, incluye a colaboradores ejecutivos, solo avisar con tiempo que tomarás un día de descanso o un día para recargar baterías, está bien.
No esperes a estar en una situación de completo estrés, los especialistas sugieren llamarlos días de desconexión.
Los beneficios de disfrutar esos días son palpables tanto para la persona como para la empresa: incrementa la productividad y disminuye el estrés en los equipos de trabajo.
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