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La imagen que proyectamos ante el mundo
30/3/2021
En el verano de 1990 tuve la oportunidad de viajar a Europa, en alguna ciudad nos hicimos muy amigos de unos colombianos, incluso una parte del viaje lo hicimos juntos, obviamente con el espíritu latino nos divertimos a lo grande.
En este tiempo los europeos no veían con buenos ojos a los colombianos, por las noticias se sabía que en Colombia estaban en problemas socioeconómicos y sobre todo tenían fama de traficantes de droga.
En cierta ocasión tuvimos que rentar una camioneta para seguir el viaje, uno de los colombianos que, por cierto, era el director de un prestigiado banco colombiano, fue al establecimiento para hacer los trámites de la renta del vehículo; cuál fue la sorpresa que, al mostrar su pasaporte colombiano, automáticamente le fue negado el servicio de renta de la camioneta. Sin duda alguna, presenté como alternativa mi pasaporte mexicano y sí me fue otorgado el servicio de renta del vehículo.
En mi pensamiento pasaron sentimientos encontrados por mis amigos latinos; sin embargo, me sentí orgulloso que con mi pasarte mexicano pude lograr un objetivo.
En otra ocasión, hace 10 años, estando en Dubái, hice el intento de viajar al país de Qatar, en específico a su capital Doha, fui tres días a presentar papeles para hacer el trámite para sacar una visa de turista para mi familia y un servidor; en otras palabras, como decimos en México: me la hicieron cansada, hasta que un empleado del consulado, ante mi insistencia y desesperación me dijo: Mira Luis, No te van a dar entrada a Qatar, traes pasaporte mexicano y no es bien visto.
Sí que me dolió y sentí empatía en aquella experiencia con nuestros amigos colombianos.
En esos incidentes que son de turismo y de vacaciones me di cuenta la imagen que damos los latinos al exterior.
En tema empresarial, en los dos últimos años hemos incrementado alianzas con nuestros pares en otros países, y con todo el protocolo internacional-empresarial, después de algunos trámites nos otorgaron la distribución exclusiva a través de nuestra empresa para que los representemos en México, Caribe, Sudamérica.
Después de algunos meses y respondiendo a sus cuotas de ventas, llegamos a hacer una relación buena empresarialmente hablando y conversando con sus directivos de las empresas aliadas les pregunté: ¿Por qué con tantos años en el mercado internacional y exportan a más de 50 países, por qué no habían incurrido o buscado representantes para México?
Su respuesta fue: No nos interesa tener presencia propia en México, solo a través de una empresa de cobertura como la de ustedes, ya que vemos a México con un ¡alto grado de riesgo!
Lamentablemente sí tenemos una mala imagen ante el mundo, violencia, violación al Estado de Derecho, poco respeto a instituciones, alto grado de impunidad, secuestros, inseguridad, extorsiones, carteles, etc.
Sin embargo, tenemos muchos positivos, como estar entre los 10 países preferidos para el turismo, eventos deportivos de clase mundial, como el Gran Premio de Fórmula 1, partidos de futbol americano, partidos de tenis, etc.
¿Qué tenemos que hacer para ofrecer confianza ante el mundo?
Una fuerte estrategia de comunicación de la marca México para cambiar nuestra imagen ante el mundo, por supuesto, solo que primero hay que limpiar y ordenar a nuestro México querido. Una gran tarea de todos, empezando por ejes rectores gubernamentales.
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