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Columna de BBVA

Cristina Varela, BBVA Esp



En duda recuperación global por el coronavirus

12/2/2020

Poco tiempo han tenido los inversores para celebrar la reducción de la incertidumbre global. Justo cuando el acuerdo del brexit y la firma de la primera fase del tratado comercial entre EU y China despejaban el camino para la recuperación de la confianza en el crecimiento, el brote del nuevo coronavirus surgido en la ciudad china de Wuhan, y que tiene una capacidad de contagio muy elevada, arroja nuevas dudas sobre la esperada recuperación de la economía mundial, y en particular sobre el crecimiento de la segunda economía más grande del mundo.

De hecho, la reacción inicial de los mercados financieros tras conocer el brote fue un movimiento de aversión al riesgo de manual. Los inversores salieron de la renta variable y buscaron refugio en los bonos soberanos. Así mismo, los precios de las materias primas más expuestas a la actividad económica, como el petróleo o el cobre, cayeron significativamente.

En China, donde el número de afectados se ha expandido muy rápidamente, el Gobierno se ha visto forzado a extender las vacaciones de Año Nuevo y a restringir los movimientos de individuos entre provincias para atajar el contagio.

Una particularidad de este tipo de virus es que no se descarta que el contagio pueda producirse a través de personas asintomáticas, lo que dificulta su contención e intensifica el temor a ser infectado, y magnifica el posible impacto negativo en la economía. El miedo al contagio y las restricciones impuestas para mitigar la expansión de la epidemia afectan a la confianza y paralizan los intercambios. Con ello, habría efectos negativos en el consumo y en el sector servicios más allá de las provincias chinas afectadas, que en conjunto suman más del 60% del PIB del país.

Pero, además, las medidas impuestas introducen disrupciones en la cadena de producción, puesto que más del 80% de la actividad industrial de China se concentra en estas provincias.

Muchos de los estudios que tratan de cuantificar el impacto económico del nuevo coronavirus toman como referencia el brote del SRAS, que apareció en noviembre de 2002 en la provincia de Cantón, y se propagó por Hong Kong y por Vietnam a principios de 2003. En ese episodio, el crecimiento de China cayó fuertemente en el segundo trimestre y creció significativamente en los dos siguientes.

Como resultado de lo anterior, su efecto negativo fue mucho menor al que se esperaba por parte de los analistas.

Sin embargo, China dista mucho de ser lo que era en 2003. Si analizamos su grado de apertura, su peso en el comercio mundial, los avances tecnológicos y la respuesta del Gobierno, el impacto del nuevo coronavirus puede ser muy diferente al de 2003, tanto en lo que se refiere a términos domésticos como globales.

A nivel mundial, el país representa más del 17% del PIB, 13 puntos más que en 2003, el 30% de la producción mundial de manufacturas frente al 10% de entonces, y el 12% de las exportaciones totales, seis puntos más que en 2003. Además, el gasto en viajes de turismo alcanza el 18% del gasto mundial. Todo ello manifiesta que un parón de su actividad puede distorsionar significativamente la cadena de suministros a nivel global.

No obstante, la rapidez en la actuación, la mayor transparencia de las autoridades, y la implementación de medidas de estímulo económico, pueden amortiguar los impactos negativos. Además, la digitalización de la economía, con pagos y ventas online, también permitirá mitigar en cierta medida el efecto negativo sobre el consumo.

Aunque es todavía pronto para decir si el impacto puede ser temporal o a más largo plazo, lo que parece innegable es que el brote del nuevo coronavirus genera dudas razonables sobre el escenario de crecimiento de 2020.

Una vez contenida la emergencia médica, el efecto de las medidas implementadas (restricciones de la actividad), así como su impacto en la confianza y en las primas de riesgo, serán los principales canales de propagación a la economía del brote de coronavirus, en China sobre todo.

Y pensando en el gigante asiático, también habrá que tener un ojo puesto en las medidas de apoyo por parte de las autoridades, en su efecto, y en las vulnerabilidades financieras que acumula el país.

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