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Sucesión en empresas familiares, una gran oportunidad
18/4/2017
Los cambios en los negocios son constantes, innegables e inevitables, los empresarios no tienen la garantía de poder permanecer relevantes en el mercado. Esto, a no ser que caminemos juntos con la evolución, adaptación y tecnología.
Las empresas familiares tienen la oportunidad de concretar una sucesión, para que en las siguientes generaciones caminen y les inyecten el dinamismo que la globalización requiere.
Comentando con diferentes empresarios sobre cómo se decidieron hacer la sucesión familiar en la empresa, encontré diferentes formas de cómo ingresó la segunda o tercera generación a la empresa.
Algunos empresarios prepararon su sucesión por adelantado, al darles medio tiempo en la empresa en la etapa universitaria, y al otro día que se graduaron ya tenía su escritorio, su puesto y los presentan a la compañía como gerente de alguna operación. Sin embargo, en esta entrada “natural” el sucesor no tuvo la oportunidad de saborear y aprender en otros trabajos.
Otro tipo de ingreso es cuando el o la sucesora terminó sus estudios, trabajó algunos años ganando experiencia y él o ella tocó puerta en la empresa e ingresó por convicción.
Una tercera forma de ingresar a la empresa familiar, me contó un compañero empresario, que durante su infancia su hijo siempre estuvo jugando entre las máquinas. Siguió con sus estudios y en la universidad chocó su auto. El joven le dijo a su papá: necesito dinero para repararlo; y su padre le contestó: “Deja de jugar al empresario, ¿Necesitas dinero? ¡Pues trabaja! Aquí tienes trabajo”. Fue una invitación circunstancial y obviamente, con el tiempo, muy exitosa.
Mi querido lector, las formas para entrar a la empresa pueden ser muchas, lo importante es el qué y el por qué, donde encuentre muchos factores comunes.
Todos los que están en la sucesión familiar están convencidos de la labor realizada por los fundadores de la empresa, quienes son su fuente de inspiración, apoyo, reconocimiento y admiración.
Hoy, después de un largo tiempo, a la segunda generación se le ve muy comprometida. Se siente orgullosa de pertenecer a la compañía y, sobre todo, es la que aporta sus nuevas ideas adaptándose a los diferentes procesos con mejor tecnología.
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